domingo, 29 de enero de 2017

La parte oculta de las Navidades


La llegada de las Navidades no es en todas las familias un motivo de alegría y diversión. Y no hablo de aquellas familias que por problemas económicos no pueden regalarle a sus hijos el juguete de moda del año que van a tener la mayoría de sus compañeros, ni de las familias que no pueden organizar una gran comida con gambas o cigalas, todo esto es superficial y aunque es algo poco agradable para las personas que lo sufren pueden ser y estar juntos mucho más felices de lo que lo hacen aquellas que si lo tienen y que tan poco lo disfrutan. Tampoco hablo de aquellas familias que no están ese año completas por la falta irrefutable de alguno de sus miembros. Y os preguntaréis, entonces  "¿a dónde quieres llegar?" Pues bien, la Navidad normalmente cuando es definida o imaginada se nos presenta como un ambiente idealizado, todo decorado con sus bonitas luces, árboles, belenes, deliciosos dulces, mucha purpurina, montones de juguetes para los niños y algún que otro regalito para los más mayores… y con ello el espíritu navideño que le nace de la nada a la gente en estas fechas "Esta semana soy buena, caritativa y lo que haga falta… que menos estamos en Navidad" y todo esto debido al gran marketing y la inmensa publicidad que se la da a estas fechas en concreto. Pero, ¿pensáis de verdad que a todo el mundo le gustan?


Con todo esto quiero llegar a las familias o mejor dicho a los miembros de algunas familias que están deseando que esta fiesta termine y que todo el mundo salgo lo más intacto posible de esas peligrosas comidas y cenas familiares. 
Somos familia de alguien y tenemos familia, te juntas en alguna que otra fiesta, cumpleaños o días importantes. Pero cada vez te reúnes  menos y menos, dejas de ir los domingos a casa de tus abuelos,  más que nada, para no dar pie a peleas entre los miembros de la familia. Sí, somos familia, pero mejor juntarnos lo justo, tú en tu casa y yo en la mía. Pero claro, llegan las navidades una fecha de la cual no se puede huir, donde lo más típico es un buen ambiente familiar con risas entre conversaciones. Y este es el momento en el cual te encuentras que esas risas de tu ambiente navideño idealizado han pasado a ser gritos y peleas. La política ha entrado en juego y como no, todos se vienen arriba, cada uno con su opinión, sin dejarla de lado en ningún momento. Hay quien intenta cambiar de tema, no funciona, es trabajo en vano una vez que la política o ciertos hechos conflictivos del pasado llegan a la mesa. Y todo esto ocurre mientras te terminas con prisas el postre para poder decir que has superado un año más sin tu navidad idealizada pero sigues esperando a que pronto pase la tormenta, antes de que se lleve algo más por delante y así, que solamente quede en una simple mala comida, sin darle importancia, pero sin olvidarlo... Si esto ocurre, habrá pasado esa tormenta y no habrá muchas repercusiones, pero de lo contrario, también pueden llegar a nacer daños irreparables y que cambiarán el día a día en tu futuro.

Teniéndolo todo, salud, comida, un trabajo¿porque el único ingrediente que falta en estas familias estos días es el amor, la capacidad de compartir opiniones de una manera pacífica o de ponerse al día incluyendo alguna que otra anécdota, cuando son estos valores los que más se promocionan en estas fechas?. O simplemente el disfrutar de la velada sabiendo que es tu familia y aunque no lo expreses con palabras sabes que les quieres y que te dolería no estar con ellos. Y después de pensar todo esto, te habrás dado cuenta de la poca importancia que tenía la discusión en ese momento, y que perfectamente se hubiera podido evitar. Porque puede que llegue otro y otro y otro año y siga ocurriendo lo mismo y de pronto te des cuenta de que van faltando  miembros, ya sea por su fallecimiento o porque han formado su propia familia, y nada será como antes cuando estabais todos, porque esa época habrá pasado, es normal es ley de vida, el problema será que no la habrás aprovechado. 
Y en este momento será cuando te des cuenta de lo que tenías y no pudiste apreciar.